martes, 21 de octubre de 2014

Mermelada casera de moras de la villa de Baides

Coger moras en mi Baides del alma se ha convertido en una tradición que intento seguir todos los años.  


Mi pequeño pueblo de adopción, es una preciosa villa alcarreña surcada por dos ríos que llevan por nombre el Henares, que atraviesa la zona central del pueblo y el salado que adquiere su nombre trás mostar su paso, por las salinas de Imón.

Río Henares
otra perspectiva del precioso Henares
Río salado ¡¡ faltan las ocas de Javi!!


Mi bisabuelo era ferroviarío y trás su jubilación, compró una pequeña casita en este maravilloso entorno natural, concretamente, la primera del pueblo. 
Así fue, como mi abuela materna, inculco el amor por esta villa, a mi madre y ella, hizo lo propio con nosotros.





Desde que tengo uso de razón, he podido disfrutar de Baides en todas sus facetas y modos posibles: modo verano, modo otoño, modo primavera y modo invierno y todos ellos, tienen un encanto especial.  

Fantástico, el paseo de la estación, o de Ángel María de Lera

He pasado veranos enteros con mis abuelos disfrutando del sol, de la bici, de los ríos, de sus cabañas de sus merendolas y excursiones, de sus acampadas al aire libre... y como no de sus moras.... 

ya desde bien pequeña, cuando los calores estivales dejaban paso a la llegada de unas temperaturas más suaves, (aunque la verdad es que en Baides, en pleno verano siempre hace fresquito), nos plantábamos una cuantas amigas, dispuestas a coger las dulces moras que una gran cantidad de zarzas, pegadas a las zonas más húmedas de las huertas y los ríos, nos regalaban  cada año.

Con ellas, solíamos hacer bizcochos, batidos, tartas,  las comíamos solas, con azúcar y en casa se hacía mermelada mmm ¡¡¡que rica mermelada!!!  un poco laboriosa, si, es cierto,  pero merece la pena disfrutar de una fruta que solo se da un pequeña temporada del año y que combina de maravilla con yogures y quesos.

Hacer mermelada de moras, personalmente, significa muchas cosas: para empezar, ir a Baides, ya esté, lleno de gente a rebosar  o vacío y solitario, me encanta de todas formas, en segundo lugar, relajarme por sus huertas, y escuchar el murmullo del río y algún pájaro despistado, y por supuesto, recordar mi niñez allí, pues puedo presumir de haber tenido la mejor infancia que un niño puede desear (al menos para mi)  
moras recién cogidas y lavadas 
  
Por eso con todo mi cariño por este pueblo tan especial, que ya considero mio, os pongo en su honor, y en el de  todas sus moras, esta receta, que estoy segura que si la hacéis, os encantará.    

Ingredientes:
  • 1500 gramos de pulpa de moras frescas recién cogidas 
  • 900 gramos de azúcar moreno ( aunque si se hubiera puesto 750-800 gramos creo que habrían salido un poquito menos dulce y en su punto)
  • 1 cucharadita y media o dos, del tamaño moka, de pectina de manzana (yo la compro en Manuel Riesgo, en la calle Desengaño, en Madrid)
  • El zumo de un limón
Al igual que en la receta que os puse la semana pasada, con la mermelada de higos, la mermelada de moras, se hace exactamente igual, lo único que he modificado es el uso de pectina de manzana; un espesante natural, que permite reducir la cantidad de azúcar de la preparación y de esta manera, conseguir potenciar el sabor a fruta, permitiendo obtener una textura adecuada. 

La pectina de manzana, debe usarse espolvoreada, con un colador, a mitad de la cocción de la mermelada, podremos usar mayor o menor cantidad, en función  del tipo de fruta u hortaliza con el que estemos elaborando la  mermelada propiamente dicha.

Lo normal es usar por kilo o pulpa limpia de fruta entre una y una y media cucharaditas de pectina. 

Yo las puse tamaño moka, que son más pequeñas que las de postre, la próxima vez, aumentaré un poco más la cantidad, a ver que le ocurre con la textura. 

Venga, ¡¡vamos sin falta con la receta, veréis que sencilla!! 

Sin duda, esta es la parte más ardua de la misma, pero os aconsejo al 100% que invirtáis este tiempo porque comerse una mermelada de moras sin pepitas es todo un lujo y una maravilla para nuestro paladar.




Con una batidora, pasapurés, o robot de cocina, triturar  únicamente las moras recién lavadas, sin nada de azúcar. Así obtendremos un puré, que debermos pasar por un colador fino, para separar la pulpa, con la que haremos la mermelada, de las pepitas. 

En mi caso, cogí 2300 gramos de moras y se quedaron, en 1500 gramos de pulpa limpia.

Ahora si, ya tenemos nuestra pulpa, vamos a hacer nuestra mermelada:-   

En Thermomix: 
Introducir la pulpa junto con el zumo de limón y el azúcar, en el vaso, y programar 20 minutos, temperatura varoma, dejando el cubilete destapado, para que vaya evaporándose el agua. Cuando finalice el tiempo, esparciremos, con un colador fino, la pectina de manzana, y dejaremos cocer al varoma otros 15-20 minutos.
Abriremos el vaso y comprobaremos la textura, si no es suficiente, dejaremos cocer 5 minutos más.

Método Tradicional:
En una cacerola poner al fuego, la pulpa de mora junto con el azúcar y el zumo de limón y remover frecuentemente, con una cuchara de madera, hasta que empiece a hervir, en ese momento, no dejar de remover hasta pasados 20 minutos y espolvorear con la ayuda de un colador la pectina. Seguir cociendo la preparación otros 20 minutos o más tiempo, hasta que tenga el punto exacto de mermelada, que lo sabremos cuando al depositar una porción del preparado en la encimera, esta, se mantenga firme, sin desparramarse.   



Personalmente, me encanta en tostadas, con unas tortitas o crepes, para merendar, o coronando una jugosa tarta de queso, pero es cierto, que puede se le pueden aplicar infinidad de usos en el mundo de la cocina y en la repostería

¿ y vosotros con que la utilizaríais ?

Un beso grande.

Monicakes 

miércoles, 15 de octubre de 2014

Mermelada casera de higos

¡¡Más vale tarde que nunca!! 

Últimamente tengo que reconocer, que me está costando bastante publicar; y que el objetivo de hacerlo una vez por semana, ha resultado ser un poco fracaso, porque me van surgiendo cosas y sentarme a escribir lo dejo para cuando ya no tengo casi fuerzas, por tanto, como esto no puede seguir así, hoy son las seis y media de la mañana y mientras mi masa madre se va refrescando para hacer pan (estoy haciendo nuevas pruebas para el curso que próximamente daré de sobre  pan básico con prefermentos), me he propuesto poneros una receta muy muy facilona, para que en la próxima temporada de higos,  podáis hacer una rica y sabrosa mermelada como la que aquí os dejo.

Tengo la enorme suerte de tener dos pueblos preciosos, muy distintos entre si, pero cada cual con su encanto pertinente,Uno de ellos, es mi pueblo adoptivo, porque en realidad es el de mi chico, pero yo, ya lo siento casi como mío, y me encanta disfrutar de todas las cosas buenas que tiene, entre ellas los higos dulces y carnosos de la huerta de mi suegro ¡¡ todo un lujo!! que con tanto cariño seleccionó, para que hiciera esta mermelada.  


Normalmente he leído en otros blogs y foros, que la piel de los higos muchas veces  se quita, para que la fruta quede limpia de posibles fitosanitarios, pero en mi caso, al ser un producto cien por cien ecológico, decidí ver que pasaba si lavaba bien los higos y hacía la mermelada con su piel íntegra, que es donde se encuentran la mayor parte de sus propiedades y su pectina natural que nos servirá como buen agente espesante.     

Los métodos para hacer  todas  las mermeladas en general, van desde el puramente tradicional en cacerola, y al fuego, hasta los realizados en robots maravillosos de cocina tipo thermomix que  dan vueltas por si solos facilitándonos enormemente la labor. 


En mi caso, utilicé el segundo, ya que los magos de oriente me la trajeron hace  cuatro años y ¡¡acertaron de pleno!! 

Venga, pues vamos allá con la receta:

Mermelada de Higos
Ingredientes:

  • 1300 gramos de higos ( en mi caso, los mezclé  tanto verdes como negros)
  • 600-650 gramos de azúcar moreno ( podría haberle quitado incluso 100 gramos)
  • El zumo de un limón
  • ***opcional*** un par de cucharaditas tamaño café, de Espéculos (una mezcla de especias maravillosa, que personalmente compro en Spicy July un lugar mágico para los amantes de la cocina y las especias). 



En Thermomix:
¡¡Requetesecillo!! Introducir todos los ingredientes  en el vaso, programar 30-35 minutos velocidad uno, temperatura varoma y cuando termine, comprobar si tiene la consistencia adecuada; de no ser así, volver a programar 5 minutos más.
Comprobad textura y si os gusta más fina solo tendréis que pasarla a velocidad 5-7.

Verterla sobre un recipiente hasta que se enfríe y una vez fría ya podréis guardarla en botes limpios  secos y esterilizados   para poderla cocer al baño maría y preservar su conservación durante meses


Al fuego:
Poned todos los ingredientes al fuego en una olla con cuchara de madera y dando vueltas frecuentemente para evitar que se nos queme el azúcar; cuando la preparación  comience a hervir, cocer durante 35-40 minutos sin dejar de remover a fuego lento. 

El punto de cocción lo sabréis cuando al sacar una cucharadita de mermelada en un plato no se desparrame, si no que mantenga bien la forma. 

Los higos al tener mucha pulpa y menos agua que otras frutas, necesitan menos tiempo de cocción para la evaporación de la misma. 


***Notas***
He utilizado azúcar moreno para endulzar menos, ya que de por si los higos son una fruta bastante dulce y conseguir así, mantener textura sin perder  el sabor de la fruta propiamente dicha. 

La función del limón es triple: potencia y acentúa el sabor, sirve de antioxidante - conservante y permite sacar toda la pectina de la fruta así como incorporar la suya propia sirviendo de agente espesante natural.

Está buenísima simplemente con una buena rebanada de pan  casero tostado y queso fresco y acompaña fenomenal con la cebolla caramelizada el queso de cabra y carnes como el solomillo de credo. 


Yo la he utilizado mucho este verano como relleno para las pastas de te que me encargaban  y tengo un bote aguardando en la despensa para cuando haga una tarta  de queso  tipo  cheesecake,  ponerla como cobertura 

Así que cuando dispongáis de esta fruta increíble, no dejéis de hacer esta sencilla receta porque merece muchísimo la pena

¿ y vosotros, que usos y con que la combinais?  

Un besito y hasta la próxima.

Monicakes

martes, 2 de septiembre de 2014

Cursos de inciación al pan de masa madre


Me considero una gran enamorada de todo aquello que se puede hacer con las manos, de forma totalmente artesanal, ya sea una prenda de vestir, los detalles de un gran evento, un bonito cuadro, una jugosa tarta, una suculenta comida y como no, un pan con alma, sabor, olor y buena textura.
Desde hará unos cinco años, empecé adentrarme en el mundillo del pan casero, es impresionante ver  la infinidad de personas apasionadas por unos de los alimentos más nobles y humildes que conocemos desde el principio de nuestros orígenes y que sin embargo, ha sido desvalorizado, y relegado al mínimo exponente, donde se cuece y se vende un producto lleno de aditivos y conservantes por un precio irrisorio y una calidad inaceptable para el ser humano.

En un mundo  donde los  valores como la imagen y el culto al cuerpo hacen estragos en nuestra sociedad, el pan ha tenido muy mala prensa y es por ello, que en torno a este producto tan sano y nutritivo, se han  generado falsos mitos, fomentando así la creación de un pan de mala calidad y unos valores desmerecidos totalmente.


Sin embargo, los tiempos están cambiando, no solo para el mundo en general, si no también para nuestro pan. Con la crisis, y el desempleo, las personas hemos recuperado de uno de los bienes fundamentales para el individuo, como es " el tiempo"  y gracias a ello, se ha ido fraguando lentamente un sistema de vida donde está existiendo un retorno a la tradición, al modo de vida artesanal o tan nombrado en estos tiempos "handmade"  y es ahí donde comienza a gestarse una contracultura en torno al mundo del pan.


Una gran cantidad de panaderos caseros hemos nacido, gracias a que personas generosas y apasionadas por este producto milenario, se han encargado de recuperar y mostrar algo que hace tan solo unas décadas formaba parte del quehacer de cada día en la mayor parte de los hogares de nuestro país y del mundo entero.     


Personalmente, recuerdo mis comienzos  con el gran Iban yarza y su blog  " Tequedas a cenar" su diario electrónico llegó  a mi por "casualidad,(con el tiempo he descubierto que la casualidad  no existe y que todo tiene un porque, aunque a veces no sepamos el mismo).

Me prendé de la pasión que transmitía a raudales por el buen pan, hecho  con simplicidad, buena materia prima, y tiempo, así que, comencé a leerle y   a poner en práctica todas sus generosas enseñanzas, muy didácticas y productivas, pero sobre todo, cercanas y con unos resultados sorprendentes.

Descubrí  a mi amiga "la masa madre"  y como se puede llegar a crear en tan solo unos días, con unos sencillos cuidados, así como las bondades que pueden llegar a salir gracias a ella. 

Más tarde, llegaron los blogs de pan como, Madrid tiene miga, donde una gran cantidad de panaderos autodidatcas se  han unido en torno al  "Amor por el pan bien hecho" allí la gente comparte sus experiencias  panaderiles y es una pasada y gozada visitarles y leerles; Entre medias conocí a uno de los mejores proveedores de harinas de altísima calidad de toda España: El Amasadero, liderado por Andrés Bonilla, un hombre del que admiro su labor por las cosas bien hechas y por conseguir seleccionar un gran género de una calidad para quitarse el sombrero. 

Yo seguía avanzando y panificando en casa, leyendo libros y consultando  foros como: el foro del pan y "casualmente" llegaron a mi vida, en forma de regalos, cursos de pan  uno de ellos lo hice en  el año 2005  en un pueblecito al norte de Madrid llamado Valdemanco  en el taller de las tradiciones (cuando mi trabajo ni siquiera tenía nada que ver con el mundo de la hostelería y me pasaba las horas delante de un ordenador) pero fue un curso premonitorio de de lo que sería desde ese momento mi trayectoria profesional. 

Seguí haciendo pan, por mi cuenta,  y más cursos, de pan, en la escuela: la cocina de babette  con su gran artífice Beatriz Echeverría con la que es difícil no contagiarse de su energía y su cariño por el buen pan y el trabajo bien hecho, y así continué mi andadura hasta el día de hoy, empezando a cultivar mis propias masas madres a las que alimento como si fueran ya de la familia, de hecho, ya que tienen su sitio concreto en la nevera. y mientras, sigo leyendo, aprendiendo y experimentando... 

Las personas más allegadas a mi, empezaron a decirme que porque no enseñaba a más personas interesadas en el mundo del pan casero, y entonces, así fue, como de forma muy humilde y poco a poco, empecé este pasado junio a dar un par de pequeños cursos sobre los aspectos más básicos para hacer pan con masa madre. 

Los  super mandiles de Monicakes  hechos por mi  heroína ¡¡ gracias mama!!

Lo cierto, es que han sido dos cursos pilotos que han tenido una gran acogida y a pesar de que llevo poco tiempo dedicándome a ello, este otoño van a seguir en funcionamiento, tras los calores estivales, incluso, iremos introduciendo algunos nuevos, con la intención de hacer pasar un buen rato y enseñar a todas aquellas personas que se sientan atraídas por el buen pan, las masas y pastelería en general, que es mi trabajo y mi gran pasión.

Masas madres y biga en acción


Os pongo unas fotos,que son suceptibles de mejorarse muy mucho, para que veáis, como se lo pasaron de bien, entre harinas, los alumnos.

Ileana, batiendo la masa madre, con el agua y la harina 

Aurora, empezando a mezclar 

Natalia, que  torbellino de energía ¡¡ insuperable!! 

Carmen, empezando por la autólisis

Super  Armando Skarlett, el mejor diseñador de todos los tiempos

Aquí, una servidora, dando unos consejos a los alumnos


Empezando a explicar el amasado francés 

Carmen, peleándose con su futuro pan 

Las chicas, muy concentradas en su amasado


Prueba de la ventana para ver la extensibilidad 

  
¡¡Prueba superada Armando!!

Después del amasado, boleamos y.... listo para meter al cesto.


Ya casi lo tenemos....
¡¡Fenomenal Carmen!!


Mientras leva la masa cada una en sus cestos pertinentes, enseñamos como deberán hornear el pan cada uno, es sus respectivas casas.  






Y como para muestra un botón, estos son los panes resultantes de los cursos que se pueden hacer con masa madre. ¡¡ y muchos más!!.








Y como se va acercando la hora de comer y nos queda todavía dar un poquito de teoría, vamos a tomar un  tentempié haciendo una cata de panes hechos con masa madre y su respectivo guacamole, hummus, tumaca  y aceite de oliva virgen extra.

¿Quien se apunta?
¡¡Hay que ver que guapas salen todas!!
    
Chicas, os lo habéis ganado, habéis trabajado duro 
¡¡Foto para el recuerdo de mis  futuras panaderas caseras !!

Pues esto es todo amigos y amigas del mundo del pan, poco a poco espero poder ir subiendo recetas o artículos interesantes sobre este alimento legendario, tan humilde y fantástico al mismo tiempo, que día a día nos acompaña en todos nuestros hogares. En cuanto tengamos más información de cursos, os lo haremos saber.
Mientras tanto, un beso muy grande y que viva el pan casero de calidad.   

viernes, 8 de agosto de 2014

Helados veraniegos

¡¡Verguencita  verguencita que me da, el haberme pasado tanto tiempo sin publicar!!

Voy a tener que ser más rigurosa y constante en el mantenimiento del blog, porque si no, al final, se pasan las semanas y vas dejando de sacar tiempo para hacerlo y te sientes fatal contigo misma; yo lo equiparo con el correr, cuesta mucho, coger la forma, pero en unas semanas, como no continúes con la rutina adquirida, pierdes todo, lo que con tan duro esfuerzo, has conseguido, meses atrás.

Por eso, a partir de ahora, intentaré escribir un post , al menos, una vez en semana,que es lo que me he propuesto como objetivo.

Como hasta la fecha, casi no he publicado ninguna receta, ya va siendo hora de compartir alguna, y que mejor, en estos días donde el calor aprieta, aprovechando que mi chico, me regaló por mi cumpleaños el accesorio-heladera de mi entrañable y compañera de fatigas "Mi kitchen Aid," dedicarle unas lineas, al maravilloso mundo de los helados.

Según he estado mirando en "wikipedia" el origen del helado es incierto, pero de lo que podemos estar seguros es que en el año 400 ac en Persia, se servía en verano, a la realeza, un plato hecho con agua de rosas, bien frío. También, era común mezclar, hielo con frutas y azafrán, para refrescarse de los calores estivales.

En el año 320 ac, Alejandro Magno, mandaba enterrar cántaros llenos de fruta y miel en la nieve, para posteriormente, consumirlos helados.



Nerón en el año 60 ac, llegó hacer algo parecido; mandaba a sus esclavos a que trajeran hielo de las montañas para enfriar sus jugos de fruta o vinos.     




En la edad media, en las cortes árabes se preparaban  productos azucarados, a base de frutas y especias, enfriados con el hielo de las montañas, denominados "sherbet."
Marcopolo, en sus inumerables viajes al continente asiático, trajo varias recetas de helados, que se implantaron, con gran éxito, en las cortes italianas.





En el siglo XVI Catalina de Médeci al casarse con Enrique II de Francia, llevó el helado a la corte francesa y a partir de ese momento, con la colonización se implantó en América.
En el año  1686 se abrió en parís la primera heladería de la mano de  Francisco Procope llamada Café Procope.






Con el reinado de Luis XIV  se empezaron a crear los helados de vainilla y chocolate, posteriormente los de crema de leche, hasta llegar al helado actual.







Finalmente, en 1913 se creó la primera máquina que para homogeneizar todos los ingredientes para la obtención de una exquisita crema helada.

Existen una gran diversidad de helados hoy en día, tanto de carácter industrial, como artesanal, sin embargo, me voy a centrar en los segundos. 

En función del porcentaje de materia prima grasa que lleven podrán ser: helados, helados de crema, helado de leche, helado de leche desnatada, helado de agua o sorbetes. 

Estos dos últimos, no llevarán materia grasa y cambiarán la misma, por un porcentaje considerable en purés de frutas, almíbares y hielo.



Cuanto mayor sea el porcentaje de materia grasa del helado, más cremosidad y untuosidad tendrá la textura del mismo.

Las materias primas por excelencia en los helados mantecados de materia grasa suelen ser: los huevos, la leche, la nata el queso y el yogur.    

Las fases de elaboración se centran principalmente en  tres según el libro de mi profesor de pastelería don Juan Pablo Humanes Carrasco "Pastelería y Panadería"

1. Pasteurización: Es tratamiento por el que se eleva la temperatura de un producto durante un tiempo determinado, para destruir la mayor parte de la carga bacteriana. 
Además, nos permite la obtención de una mezcla más cremosa y fina. Esta a su vez, puede ser de grado: alto (a 85 grados 5 minutos) medio (72 grados 15 minutos) y bajo ( 65 grados media hora )      

2. Homogenización: Proceso donde los gránulos de grasa de la materia en cuestión ( Leche o nata) han sido fraccionados en otros más pequeños, de manera que quedan emulsionados en el resto del líquido. Al homogeneizarse la materia grasa de la preparación, ésta, se vuelve más estable, gana en sabor, color y textura, además de resultar más fácilmente digerible.       

3. Maduración: Fase donde la mezcla helada, o mix helado, va a permanecer, una vez ha sido pasteurizada y homogeneizada, en reposo durante un mínimo de 4 horas y un máximo de 72, a una temperatura entre los 2,5 y 5 grados. 

Gracias a la misma, conseguimos mejorar las cualidades organolépticas (textura y sabor) del futuro helado y  una notable mejora  en el proceso de mantecado (cuando la mezcla madurada se mete en la heladora y se convierte en crema helada)     

Una vez tenemos madurado nuestro mix helado, únicamente tendremos que ponerlo en la heladera, hasta que consigamos la textura adecuada. Es aconsejable, que una vez tengamos la crema helada, la dejemos madurar en el congelador unas horas antes de consumir, para que se asienten mejor los sabores.


Bueno, y os preguntaréis, después de todo este sermón, ¿ donde están las recetas de los helados?  pues ahora mismo las pongo y especifico, paso a paso, tanto si tenéis, como si no, heladera, podréis hacerlo sin ningún problema.

Lo único, es que sin ella, tendréis que trabajar un poco más y tener fuerza en los brazos para batir la mezcla helada, pero os prometo, que el trabajo, merece la pena, cuando se degusta un helado natural, con un sabor increíble, sano y nutritivo.

Pues allá vamos: Helado de yogur griego y frambuesas y Helado de plátano y leche de coco 


Comenzaremos con:

Helado de yogur griego y frambuesas.

La receta la he tomado prestado de un blog que se llama pirulletasdeeva; en casa nunca faltan los yogures griegos azucarados, porque  a mi ratoncillo particular, le vuelven loco de remate, así que, en cuanto la vi, me decidí a hacerla porque es muy sencilla, pero está buenísima.

Ingredientes:

  •  8 yogures griegos ( cuanto mejores sean, mejor saldrá el helado)
  • 150 gramos de leche condensada
  • 50 ml de azúcar invertido o en su defecto miel muy clarita y suave para que no modifique el sabor ( el azúcar invertido es un almíbar con gasificante que permite elaborar bizcochos más flexibles y en heladería, ayuda a evitar la formación de cristales en el helado, dejando una textura totalmente cremosa).
  • Frambuesas naturales (en mis caso, las compré en la sección de congelados del Carrefour Market) 
  • Pasta de frambuesa natural Homecheff (a gusto, la de frambuesa es ácida y muy potente de sabor. El bote no es barato, pero merece muchísimo la pena, al ser concentrados de fruta natural)    
  • una cucharadita de vainilla en pasta, o un sobre de azúcar avainillado ( en mi caso, tenía vainilla en polvo natural y le eché, una cucharadita).



 Elaboración:

Mezclamos los yogures, la leche condensada, el azúcar invertido o la miel, la vainilla y la pasta de frambuesa. 
Podremos hacerlo a mano con una varilla, o bien con un procesador, robot o varillas eléctricas ( si incorporamos aire a la mezcla mejor)
En mi caso, lo hice a mano, a pesar de disponer de batidora eléctrica, y salió muy bien de textura.
Mantendremos la mezcla en un bol tapado 24 horas para que se asienten los sabores, y al día siguiente podremos terminar nuestro helado de dos formas:

En heladera: simplemente meteremos la mezcla en la heladera bien fría ( yo la dejo en el congelador de un día para otro) y pondremos a mantecar nuestro helado, hasta conseguir la textura deseada (yo lo tuve unos 15 minutos y en los últimos dos minutos fue cuando incorporé las frambuesas congeladas (un buen par de puñados).
   
A mano: Una vez tengamos la mezcla, la meteremos en el congelador por un tiempo estimado de una hora, la sacaremos, y con unas varillas, batiremos la mezcla semi-congelada para romper los posibles cristales de hielo que pudiera contener. 

Repetiremos la misma  operación alrededor de 3 o 4 veces más, pero solo, dejaremos que se congele media hora y acto seguido, batiremos para evitar la formación de cristales.   

Las frambuesas, podremos añadirlas cuando hagamos el último batido de nuestra mezcla ya, semi-congelada. 



Una vez tengamos nuestro helado mantecado, lo introduciremos en un recipiente hermético en el congelador, hasta el momento de su consumo ( personalmente me gusta sacarlo media hora antes, para que recupere su textura cremosa).

¡¡y Y ya, solo nos queda disfrutar, del trabajo bien hecho !!  


Helado de Plátano y leche de coco:

Puestos a refrescarnos con helados de frutas, aprovechando que tenía unos plátanos muy maduros en la nevera, decidí hacer un helado de plátano y me puse a buscar recetas por la red y a comparar con las que ya conocía, hasta que llegué a una web que se llama: tartuforecetas.com. Me llamó la atención, que para elaborarlo, utilizaba leche de coco, así que, me dispuse a tomarla prestada y a experimentar nuevos sabores en mi cocina.



Los ingredientes de la receta son los siguientes:
  • 450 gramos de plátanos bien maduros ( 4 o 5 plátanos dependiendo del tamaño)
  • 100 gramos de azúcar moreno
  • 150 ml de leche de coco
  • 200 ml de nata fresca para montar 
  • 1 cucharada de ron miel (en mi caso como no tenía mezcle ron y miel a partes iguales y cogí una cucharada)
  • el zumo de medio limón
  • media cucharadita de sal
  • media cucharadita de vainilla

Elaboración:
Cortamos los plátanos en rodajas y ponemos la leche de coco y el azúcar moreno a hervir hasta formar una especie de toffee color canela, entonces, introducimos los plátanos y dejamos que se vayan cocinando.

Una vez cocinados, fuera del fuego, añadimos la sal, la vainilla, la nata fresca y el zumo de limón; mezclamos bien todos los ingredientes hasta quedar una mezcla homogénea y dejamos que se temple.

Trituramos hasta obtener un puré suave y lo dejamos en un bol tapado con film, al menos cuatro horas, para que se potencien e integren bien los sabores.

Finalmente, repetiremos los pasos de mantecado del helado, tanto a mano, como en heladera, explicados con anterioridad en el helado de yogur y frambuesas, y ya podremos disfrutar, de un helado natural, lleno de energía y vitaminas, que nos ayudará a calmar un poquito más, los calores del verano.



  ¡¡Hasta la próxima !!