martes, 21 de octubre de 2014

Mermelada casera de moras de la villa de Baides

Coger moras en mi Baides del alma se ha convertido en una tradición que intento seguir todos los años.  


Mi pequeño pueblo de adopción, es una preciosa villa alcarreña surcada por dos ríos que llevan por nombre el Henares, que atraviesa la zona central del pueblo y el salado que adquiere su nombre trás mostar su paso, por las salinas de Imón.

Río Henares
otra perspectiva del precioso Henares
Río salado ¡¡ faltan las ocas de Javi!!


Mi bisabuelo era ferroviarío y trás su jubilación, compró una pequeña casita en este maravilloso entorno natural, concretamente, la primera del pueblo. 
Así fue, como mi abuela materna, inculco el amor por esta villa, a mi madre y ella, hizo lo propio con nosotros.





Desde que tengo uso de razón, he podido disfrutar de Baides en todas sus facetas y modos posibles: modo verano, modo otoño, modo primavera y modo invierno y todos ellos, tienen un encanto especial.  

Fantástico, el paseo de la estación, o de Ángel María de Lera

He pasado veranos enteros con mis abuelos disfrutando del sol, de la bici, de los ríos, de sus cabañas de sus merendolas y excursiones, de sus acampadas al aire libre... y como no de sus moras.... 

ya desde bien pequeña, cuando los calores estivales dejaban paso a la llegada de unas temperaturas más suaves, (aunque la verdad es que en Baides, en pleno verano siempre hace fresquito), nos plantábamos una cuantas amigas, dispuestas a coger las dulces moras que una gran cantidad de zarzas, pegadas a las zonas más húmedas de las huertas y los ríos, nos regalaban  cada año.

Con ellas, solíamos hacer bizcochos, batidos, tartas,  las comíamos solas, con azúcar y en casa se hacía mermelada mmm ¡¡¡que rica mermelada!!!  un poco laboriosa, si, es cierto,  pero merece la pena disfrutar de una fruta que solo se da un pequeña temporada del año y que combina de maravilla con yogures y quesos.

Hacer mermelada de moras, personalmente, significa muchas cosas: para empezar, ir a Baides, ya esté, lleno de gente a rebosar  o vacío y solitario, me encanta de todas formas, en segundo lugar, relajarme por sus huertas, y escuchar el murmullo del río y algún pájaro despistado, y por supuesto, recordar mi niñez allí, pues puedo presumir de haber tenido la mejor infancia que un niño puede desear (al menos para mi)  
moras recién cogidas y lavadas 
  
Por eso con todo mi cariño por este pueblo tan especial, que ya considero mio, os pongo en su honor, y en el de  todas sus moras, esta receta, que estoy segura que si la hacéis, os encantará.    

Ingredientes:
  • 1500 gramos de pulpa de moras frescas recién cogidas 
  • 900 gramos de azúcar moreno ( aunque si se hubiera puesto 750-800 gramos creo que habrían salido un poquito menos dulce y en su punto)
  • 1 cucharadita y media o dos, del tamaño moka, de pectina de manzana (yo la compro en Manuel Riesgo, en la calle Desengaño, en Madrid)
  • El zumo de un limón
Al igual que en la receta que os puse la semana pasada, con la mermelada de higos, la mermelada de moras, se hace exactamente igual, lo único que he modificado es el uso de pectina de manzana; un espesante natural, que permite reducir la cantidad de azúcar de la preparación y de esta manera, conseguir potenciar el sabor a fruta, permitiendo obtener una textura adecuada. 

La pectina de manzana, debe usarse espolvoreada, con un colador, a mitad de la cocción de la mermelada, podremos usar mayor o menor cantidad, en función  del tipo de fruta u hortaliza con el que estemos elaborando la  mermelada propiamente dicha.

Lo normal es usar por kilo o pulpa limpia de fruta entre una y una y media cucharaditas de pectina. 

Yo las puse tamaño moka, que son más pequeñas que las de postre, la próxima vez, aumentaré un poco más la cantidad, a ver que le ocurre con la textura. 

Venga, ¡¡vamos sin falta con la receta, veréis que sencilla!! 

Sin duda, esta es la parte más ardua de la misma, pero os aconsejo al 100% que invirtáis este tiempo porque comerse una mermelada de moras sin pepitas es todo un lujo y una maravilla para nuestro paladar.




Con una batidora, pasapurés, o robot de cocina, triturar  únicamente las moras recién lavadas, sin nada de azúcar. Así obtendremos un puré, que debermos pasar por un colador fino, para separar la pulpa, con la que haremos la mermelada, de las pepitas. 

En mi caso, cogí 2300 gramos de moras y se quedaron, en 1500 gramos de pulpa limpia.

Ahora si, ya tenemos nuestra pulpa, vamos a hacer nuestra mermelada:-   

En Thermomix: 
Introducir la pulpa junto con el zumo de limón y el azúcar, en el vaso, y programar 20 minutos, temperatura varoma, dejando el cubilete destapado, para que vaya evaporándose el agua. Cuando finalice el tiempo, esparciremos, con un colador fino, la pectina de manzana, y dejaremos cocer al varoma otros 15-20 minutos.
Abriremos el vaso y comprobaremos la textura, si no es suficiente, dejaremos cocer 5 minutos más.

Método Tradicional:
En una cacerola poner al fuego, la pulpa de mora junto con el azúcar y el zumo de limón y remover frecuentemente, con una cuchara de madera, hasta que empiece a hervir, en ese momento, no dejar de remover hasta pasados 20 minutos y espolvorear con la ayuda de un colador la pectina. Seguir cociendo la preparación otros 20 minutos o más tiempo, hasta que tenga el punto exacto de mermelada, que lo sabremos cuando al depositar una porción del preparado en la encimera, esta, se mantenga firme, sin desparramarse.   



Personalmente, me encanta en tostadas, con unas tortitas o crepes, para merendar, o coronando una jugosa tarta de queso, pero es cierto, que puede se le pueden aplicar infinidad de usos en el mundo de la cocina y en la repostería

¿ y vosotros con que la utilizaríais ?

Un beso grande.

Monicakes 

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